Se trata de una Institución que busca difundir la filosofía del Humanismo Experimental, en todos los lugares donde sea posible y contado con un método específico. El Humanismo Experimental debe convertirse en la filosofía del momento.
lunes, 22 de junio de 2015
jueves, 18 de junio de 2015
El Poeta del Humanismo
Gustavo Jiménez
(El poeta del humanismo)
Es originario del
Estado mexicano de Tabasco, donde nació el 10 de abril de 1980. Proviene de una
familia de humildes comerciantes. Su infancia y parte de su juventud
transcurrió en su estado natal. Desde niño siempre mantuvo el gusto y la
curiosidad por los libros, misma que fue consolidándose con el paso de los años
y se convirtió en una actividad principal, tanto que desde su infancia eligió,
en un futuro, ser escritor.
En septiembre del
´98 abandonó la casa de sus padres, y en febrero de 2001 llegó a la ciudad de
México, y fue ahí donde concluyó sus estudios de Ciencias de la Comunicación en
el Instituto de Comunicación y Filosofía (COMFIL) de la Sociedad de San Pablo.
Estando en la
ciudad de México fue afianzando lo que desde niño había soñado; ser escritor. Siendo
un hombre de retos, en el 2002 optó por investigar y profundizar sobre el Humanismo
de los siglos pasados además de ir descubriendo la parte que lo llevaría a
expresar sus sentimientos más ocultos, fue así como, a mi juicio, pasó a
convertirse en un poeta del Humanismo.
Así que en el 2001
escribió su primera poesía titulada Mi
pesada cruz, incluida en el Poemario El vuelo del alma. Esta tarea la fue
puliendo poco a poco a base de sacrificio y dedicación. No obstante el rechazo
de algunas personas que le decían “no
vivirás de papeles”, nunca perdió la
esperanza de seguir escribiendo y perfeccionando su estilo. En el año 2005
surgió la poesía que con los años se convertiría en una de las más representativas
y clásicas en la vida del poeta, Navegante,
¿a dónde vas?, en donde describe la extraña
travesía del hombre por esta vida, pues en ella “el navegante”, con un lenguaje profundo afirma su voluntario
caminar sin rumbo. Esta poesía está
incluida en el poemario He aquí al
hombre.
Dadas las
circunstancias Gustavo Jiménez siguió incursionando en el mundo de la poesía
llegando a alcanzar un alto grado poético, mismo que se refleja en la
versatilidad de sus escritos. Dentro de los temas que proliferan en su
producción poética se encuentran el amor y el desamor, la vida como una
continua paradoja, la insensibilidad social, el más allá, el Humanismo, lo
desconocido, etc., abordados con seriedad, profundidad, y en ocasiones con una
aparente ironía que nos conduce a la reflexión. Esto significa el gran
compromiso que ha alcanzado en el mundo literario con el esfuerzo de muchos
años.
En el año 2010
escribió la poesía titulada La casa está
vacía que narra el amor por el lugar donde vivió y la tristeza por
abandonar aquella casa que le dio su cobijo por algunos años, sin embargo, tomó
su nuevo camino y siguió escribiendo. Así llegaron decenas de poesías, dentro
de las cuales podemos destacar Un día
como hoy, A mí mismo, Volaremos (2010), Mi necesidad (2011), En las puertas del Templo (2011), Noche sin luna (2013), Sinfonía del Mar (2014), por ser de las
más representativas. Estas poesías están grabadas en dos CD´s titulados Un día como hoy y Noche sin luna. Hasta la fecha Gustavo Jiménez ha escrito más de
cuatrocientas cincuenta poesías con enfoques diversos, recopiladas en seis
poemarios: El vuelo del alma, El Elogio a
lo desconocido, Desde el Silencio, El distante cercano, He aquí al hombre y
Humano corazón de hierro. Es
importante señalar que esta producción poética es solo una parte de su faceta
como escritor, pues otra de sus actividades fundamentales consiste en la
preparación de los libros que exponen a profundidad el Humanismo Experimental,
desarrollado por él mismo.
Hoy en día Gustavo
Jiménez se dedica a ofrecer recitales poéticos en los lugares donde lo solicita,
esto con la finalidad de mover las conciencias y generar un cambio en la
sociedad a través de este bello arte. Esta tarea de la cual es promotor y
difusor no ha sido fácil pero tiene la esperanza de que en algunos años se
logre tener una sociedad más unidad, pero sobre todo más humana y entregada al
bien de los demás. De hecho, en sus propias palabras “la poesía es una llave que abre la sensibilidad humana”. Por lo
tanto, el punto central es despertar a través de sus recitales esa sensibilidad
en una sociedad carente de ella.
Cuando se sueña y
se descubre el camino a seguir se van presentando los logros de la vida, un
ejemplo claro es la trayectoria de Gustavo Jiménez quien logró descubrir con el
paso de los años su lugar en esta vida.
Samuel Rodríguez
Fabre
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